Cuando visité la Rioja, para hacer el tour completo, mis amigos y yo decidimos visitar una bodega, por suerte ya estábamos recomendados, si era posible no debíamos perdernos las Bodegas López de Heredia, según decían las más auténticas y tradicionales, aquellas que no han sucumbido a moderneces y que siguen haciendo las cosas como cuando fue inaugurada en 1877, pintaba bien… asi que allí nos fuimos con los ojos y los oídos bien abiertos a ver si es verdad que ese sitio tenía tanto encanto y por supuesto, a probar sus vinos, que aunque no somos unos entendidos, al menos yo no lo soy, si que sabemos reconocer lo que es bueno, y sobretodo lo que está bueno (en esto último además, somos expertos).
La visita comienza en la modernísima tienda y recepción de visitantes, diseñada por Zaha Hadid, todo tan minimal y blanco con sus sillas Panton y esa luz… piensas; ¿seguro es esta es la bodega mas tradicional?… pero, al fondo, un precioso mostrador modernista creado para la Exposición Universal e Internacional de Bruselas del año 1910, delata un pasado intacto que se sigue manteniendo en todo lo que corresponde al vino.
La visita es genial, supongo que esto siempre depende de quien te la cuente, pero por lo general las opiniones en internet son buenas y una amiga que repetía nos dijo que la anterior vez fue incluso mejor… parece que el entusiasmo y las historias nos acaban envolviendo a todos, o quizá sea el ambiente del penicillium, el hongo que crece por todas las paredes, que nos adormila un poco y nos deja con cara de tontos, atentos a la guía, siguiéndola pasillo tras pasillo, a veces incluso si entornamos los ojos casi casi podemos imaginar a Don Rafael, el fundador, al final de las pilas de barricas haciendo alguna clarificación con huevo o supervisando el último pedido de madera de roble americano en la tonelería, será por esto que dicen que dentro de esta bodega hay magia.
La vuelta al presente la hacemos en una sala de catas donde nos dieron a probar el vino, que a estas alturas de la película te parece poco mas que la quinta esencia… brindamos con un tinto y con un blanco que llevaban tantos años esperándonos que no se correspondían ya a su nombre, según cuentan, en esta bodega un Reserva lleva ya los años de un Gran Reserva, aunque también dicen que los vinos de esta bodega mejor se toman si son reposados durante muchos muchos años… tan ricos me supieron, que aunque me traje conmigo, no se si seré capaz de esperar tanto. Por si acaso y ante la duda no diré que no a ninguna botella que venga de regalo 😉
¿Conocíais esta bodega?
Viña Tondonia – Bodegas López de Heredia
Avda. de Vizcaya, 3
26200 Haro. La Rioja
Teléfono: 941.310.244
bodega@lopezdeheredia.com
Web
Mapa
Nos avisaron de que si hacíamos fotos pusiéramos luego «por cortesía de Bodegas López Heredia», ale, pues aqui está!
BSO: Beirut – Nantes
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❤
oliviadigame@hotmail.com
preciosa esta bodega!!! si es que La Rioja es preciosa!!! y tiene muchas cosas bonitas para ver.
Un saludo y enhorabuena por la elección de la bodega,yo tengo la suerte de haber estado y es genial.
¡Qué bonitas imágenes! y lo difícil que es por allí con tan poca luz ¿verdad? A mi ya no me queda ni una sola botella de las que me traje 🙂
Besos
precioso ! Gracias por este post. Me das ganas de conocer este region de espana.
Me gusta como se deja ver en la arquitectura de la zona la suntuosidad del modernismo.
Has realizado un reportaje magnifico, con la cantidad de veces que he pasado por Haro no la he visitado nunca.
estupenda la bodega y mucho más el vino… Cuando fui y cuando luego me han traído una botellita (de esa visita que relatas tan bien) nos la hemos tomado mano a mano mi marido y yo con un buen jamón de jabugo y algún otro ibérico…Un verdadero placer…
Este verano pasado visité la bodega y tanto el sitio como la chica que nos contó todo fueron geniales. Lo curioso es que me compré la máquina de coser por esas tierras en una oferta que ví y en el maletero no había tanto espacio! Fue una decisión difícil elegir entre costura y vinos, así que lo llenamos hasta los topes 🙂
Este verano pasado fuí a visitar las preciosas tierras de La Rioja y acabé en esta bodega. Tanto el espacio como la chica que nos hizo la visita guiada fueron geniales. De ruta entre viñedos me compré mi máquina de coser y fue una dura decisión decidir qué metíamos en el maletero: costura o vinos. Así que lo llenamos hasta los topes imposibles con todo!